cielosalamanca

El trabajo que se desarrolla en el seno de las logias se articula y estructura sirviéndose de una herramienta muy particular: El Rito. Concebido como un medio y no como un fin, el Rito es por una parte el útil que permite regular algo aparentemente superficial como es el comienzo y el final de cada reunión, así como su desarrollo,  y conclusión. Permite igualmente dar contenido a cada uno de los momentos especiales que vive el masón: su iniciación y su evolución al recorrer un camino marcado por tres hitos fundamentales representados por los grados de aprendiz, compañero y maestro.

Si las Logias masónicas son el resultado de la evolución y cambio de una sociedad gremial, el Rito también forma parte en cierto modo de ese proceso, pues viene a representar la incorporación de un lenguaje específico, cargado de metáforas, leyendas, símbolos, interrogantes y planteamientos filosóficos, propios de aquellas estructuras que protegían el oficio de la cantería, y que fue adaptado por quienes fundaron las primeras logias hasta el punto de constituir una seña de identidad y un elemento característico fundamental de la Francmasonería.

Las primeras vivencias en torno al Rito tienen lugar como no puede ser de otro modo en Inglaterra, cuna de la Francmasonería. Cuando la organización atraviesa el Canal de la Mancha, el Rito vivirá en Francia un proceso de expansión un tanto desordenado: Las pautas que regulan el trabajo en las Logias se transcriben en muchos casos, comenzando a aparecer prácticas diferentes y a circular un sinnúmero de manuscritos dispares. Será el Gran Oriente el que asuma la labor de codificar a partir de los diversos textos, poniendo fin a la dispersión ritual existente y culminando la obra en 1785. Hablamos del Rito francés, el Rito de fundación de la Francmasonería del Siglo de las Luces, y con arreglo al cual se desarrollan las reuniones que celebra la Logia Rosario Acuña.

Sin perjuicio de que el Rito francés, por su trascendencia histórica, tenga el carácter de rito oficial de la Obediencia, son muchos los sistemas rituales existentes en el Gran Oriente de Francia, y es característica de la Obediencia respetarlos a todos y dar libertad a las Logias para que decidan soberanamente con cuál de esas estructuras filosóficas, construidas con el correr del tiempo, deciden identificarse y articular su trabajo.